"Tengo una deuda con la escritura que solo podría saldar pintando"

 

En mi infancia no había día que no escribiera, fue mi forma de expresión más directa en esa época, hasta que experimenté la pintura, así fue que la expresión literaria fue remplazada por otra disciplina, donde el acto poético que carga a las dos continua funcionando como fuente.

 

Veo mi obra conectada a la literatura; la extrapolación del ensayo a los colo-res, el realismo mágico en mis pinturas del cuerpo humano y los cuentos en mis pinturas de paisajes oníricos.

 

Mi trabajo se caracteriza por el uso de armonías cromáticas cercanas y oscila entre la experimentación de formas abstractas, la creación de atmosferas coloridas y la intimidad humana en diferentes soportes que van desde lienzo y papel hasta sabanas y muros.

 

Mi obra más actual la constituyen paisajes oníricos; escenarios con los que he soñado y abstraigo en formas sencillas y paisajes amplios. En algunos hay siluetas simples como si fuesen solo el alma humana. Se podría decir que pinto el alma en diferentes escenarios, como narrando una historia.

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Silvia Rodriguez a.k.a once